Uruguay – La región sudeste

La región sudeste

Comprende diversas unidades de paisaje: sierras, colinas y lomadas, llanuras altas, medias y bajas, interiores y lagunares, en las que se desarrollan diferentes sistemas productivos adaptados a los distintos ambientes. Vaquería del Este cuenta con establecimientos en tres de ellas: colinas y lomadas, sierras y planicies.

Las colinas y lomadas se ubican entre las serranías al oeste y las planicies de la cuenca de la Laguna Merín al este, con un relieve predominante de colinas con alturas promedio de 50 a 100 m, presentan una matriz de praderas naturales de ciclo preeminentemente estival en las que se dan sistemas agrícola-ganaderos con rotaciones que incluyen agricultura de secano (soja, sorgo).

Las planicies son paisajes de relieve aplanado donde existen remanentes de bañados junto a llanuras que han sido convertidas a usos agropecuarios. El conjunto de bañados, lagunas y cursos de agua caracterizan una región con humedales de importancia y niveles de diversidad biológica tan altos que, sólo los llamados Bañados del Este, albergan aproximadamente a la mitad de las especies de vertebrados en Uruguay, destacándose en particular por su riqueza en aves. La topografía plana, los tipos de suelo y la disponibilidad de agua determinaron el aprovechamiento de grandes áreas para el cultivo de arroz, además de la actividad ganadera tradicional, componiendo un mosaico de arrozales, rastrojos y mejoramientos forrajeros, junto a obras de infraestructura como canales y represas.

La zona de sierras tiene una forma aproximada de media luna, de norte a sur, con su concavidad hacia el este. El cuerpo principal se extiende, en el norte, desde Cerro Largo, alcanzado en el sur a los cerros próximos a la costa de Maldonado. La topografía es accidentada, con alturas que van desde los 200 a poco más de 500 metros sobre el nivel del mar.

Pero más allá de la diversidad de las subregiones, se trata, en general, de un terreno naturalmente propicio para la cría del ganado, como lo demuestran elsinfín de relatos vaqueros legendarios que abundan en su historia y que inspiran el nombre de Vaquería del Este. Las más jugosas de estas narraciones corresponden, sin dudas, a las incursiones de los jesuitas que utilizaban estas pasturas naturales como fondo de reserva para alimentar a los muchos habitantes de sus Misiones, a más de 700 km de distancia, llegando a llevarse «vaqueadas» de hasta 420.000 cabezas de ganado. Es inevitable relacionar estas narraciones con un territorio que parece predestinado para la explotación de vacunos. No hay mejor forma de honrar ese patrimonio de vaqueros legendarios que practicar una ganadería natural, a cielo abierto y pastoril, cambiando lo que haya que cambiar para crecer y fortalecerse, pero conservando intacta la esencia del acervo original, humano y medioambiental.

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